Vas manejando y de repente notas humo saliendo del escape. ¿Se trata de un problema grave? ¿Es seguro seguir conduciendo? Si tu vehículo tiene turbocompresor, el color del humo puede darte pistas sobre un posible fallo. Ignorarlo podría costarte una reparación mayor. Aquí te explicamos qué significa cada color y qué hacer al respecto.
Un turbocompresor en buen estado no genera humo, pero si está dañado o hay fallas en otros componentes del motor, es posible que veas humo saliendo del escape. El color del humo es clave para identificar la causa del problema.
Si ves humo negro en el escape, significa que el motor está quemando demasiado combustible y no recibe suficiente aire. Las causas más comunes son:
Filtro de aire obstruido.
Inyectores de combustible sucios o defectuosos.
Problemas en el sistema de admisión o en el turbo (como falta de presión).
Solución: Revisión del sistema de admisión y limpieza de inyectores.
El humo azul en el escape indica que el motor está quemando aceite. Esto puede deberse a:
Sellos internos del turbo desgastados, permitiendo el paso de aceite.
Nivel de aceite excesivo o inadecuado.
Desgaste en pistones o válvulas del motor.
Solución: Diagnóstico del turbo y verificación del consumo de aceite.
Si notas humo blanco en el escape, podría ser señal de:
Pérdida de refrigerante en la cámara de combustión.
Fuga en la junta de la culata.
Inyección deficiente de combustible.
Solución: Inspección del sistema de refrigeración y diagnóstico del turbo.
Si tu vehículo emite humo negro, azul o blanco en el escape y notas pérdida de potencia, lo mejor es un diagnóstico turbo profesional. En Turbosel, con más de 40 años de experiencia, reparamos tu turbocompresor para que tu motor funcione como nuevo.
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